miércoles, 29 de diciembre de 2010

It's Raining Again

Estás haciéndote mayor
alguno dirá
para interpretar las señales
y marcharte


...Famous Last Words... Es el título del último disco de Supertramp en el que se incluye It's Raining Again y en el que todavía el genio de Roger Hodgson estuvo presente. Tras la gira de presentación de este álbum, decidió abandonar el conjunto que tanta fama y reconocimiento le había aportado. El binomio Hodgson-Davies ya hacía tiempo que se había roto, enrarecido también porque la mujer de Rick Davies era la manager del grupo. La separación entre los colíderes era tal, que en ...Famous Last Words..., cada uno compuso sus canciones y las interpretó y grabó por separado, incluso en lugares distintos. Roger Hodgson lo hizo en un estudio de su propiedad. A pesar de esta separación mal avenida, resulta paradójico que el conjunto del disco sea bastante uniforme. 

Hay canciones de momentos de incertidumbre, que me hacen pensar en esas puertas que se abren en una casa desconocida y que tras girar en los goznes de la bisagra, nos sorprende con su contenido. O ese capítulo que nos aguarda, sumergido en un libro nunca leído, cuando por fin lo tomamos en nuestras manos y vamos pasando las páginas una a una. Son también como los títulos iniciales de una película, proyectados en una pantalla, que preceden a unos momentos que vamos a vivir como propios, a unas sensaciones inéditas, pendientes de ser experimentadas.
La primera vez que escuché It’s Raining Again, fue en uno de esos tocadiscos de tapa de plástico roja con un asa, que se podían llevar de un lugar a otro. Era en casa de un antiguo compañero de clase, que se perdió como tantos otros en el devenir del tiempo.
Hacía un año que había experimentado un gran cambio en mi vida: Por fin, los pantalones del uniforme del colegio eran largos. Antes de ese momento, todo el mundo era testigo de mis tropiezos, viendo mis rodillas costrosas y tintadas de naranja - mercromina. Aquello había acabado. Ahora ya era mayor.
Todavía tenía por delante el último año de colegio, antes de ir al Instituto. Te decían que octavo era más fácil que séptimo, pero ese año tenía una asignatura llamada Química, que a priori me daba un poco de respeto.
Pero mi mente ya estaba en el Instituto. Aquel verano había ido por primera vez a Inglaterra, donde conocí a la niña de los ojos verdes, cuya belleza me había impedido ni hacer ni decir absolutamente nada. Al volver a Tenerife, me planteé incluso, convencer a mis padres para que el último año de primaria, me cambiasen al Colegio Luther King, el colegio de ella. Pero no encontré ningún argumento que resultase convincente. Así que resignado, me lo tomé como que aquél iba a ser un año de transición. Todavía tendría nueve interminables meses para dejar atrás aquel colegio que ya no conocía y por el que no sentía ninguna simpatía.
Ya no quedaba amigo alguno de la infancia en aquella clase, con los que aprendí a leer, a contar y a jugar al fútbol detrás de improvisadas pelotas de papel de platina. Ninguno de aquellos formidables espadachines, fieles mosqueteros del Rey, que libraban épicas batallas en el patio, entre columnas y escalinatas, había sobrevivido. El séptimo de caballería hacía tiempo que dejó de cabalgar por las praderas del recreo del Hispano Inglés. Indios y vaqueros ya no se enfrentaban en feroz combate, interrumpido por aquella odiosa campana, que nos devolvía al aula y a la realidad. Ya no quedaba nadie de aquellos valientes soldados. Mis actuales compañeros, ahora eran unos crueles desconocidos.
It’s Raining Again la ubico en la antesala de mi adolescencia, del cambio que supuso en mi vida el crecer y hacerme mayor. La incertidumbre de llegar a un lugar completamente desconocido, compartiendo sentimientos con otros chicos, que seguro se encontraban tan atemorizados como yo. Allí conocí casi nada más llegar, a los que acabarían siendo mis mejores amigos hasta el día de hoy. Yofri y Mario sin saberlo, están un poco en el principio de It’s Raining Again. Esta canción, es para mí la introducción, el capítulo inicial de una maravillosa historia, cuyas líneas estaban todavía pendiente de ser escritas…




Supertramp - It's Raining again por 19hippy55

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Niña Candela


Te llevaré hasta la Luna
entre nubes de algodón
yo seré tu caballero
te salvaré del dragón


Hace no mucho tiempo, en un día de junio, se casaron nuestros amigos Nacho y Natalia. Tuvo lugar en un sitio especial, casi mágico: La Casa Batlló que hizo Gaudí en el Paseo de Gracia de Barcelona.
En un momento del cóctel, nos condujeron a todos los invitados a la terraza, donde se proyectó un montaje de fotografías de los novios, desde su infancia, hasta el momento actual. La verdad es que me pareció tan bonito, que yo, que soy tan original, tomé nota para hacer lo mismo en mi boda, que sería dos años más tarde.
Aquella sucesión de fotos estaba engarzada con una canción muy agradable, de sonidos diría que tropicales, interpretada por una cantante con un acento y una voz muy melosa, que no había oído nunca.


Cuál no sería mi sorpresa, que la canción Niña Candela, completamente desconocida para mí, resultó ser de un grupo canario llamado Mestisay.
Desde aquel día y que me perdonen Nacho y Natalia, siempre que oigo esos compases con acento canario, no me acuerdo de su boda, sino de mi particular Niña Candela, mi hija Tiri. 

Hoy hace diez años que estás por aquí, eres ese torbellino que no para de dar vueltas, revolucionándolo todo, ese vendaval que quiero tanto.
Son diez años de idas y venidas, de alegría al encontrarnos y despedidas tristes, mirando cuándo será nuestro próximo encuentro. Siempre con esa forma de querernos, esa forma de existencia que nos ha tocado vivir, disfrutando cada efímero y escaso instante, con la intensidad e incertidumbre del que sabe que no dispone de mucho tiempo, ignorando cuándo nos volveremos a encontrar.


Tiri es especial. No sólo lo veo yo por ser su padre. Ella es un gran imán que genera una gran cantidad de cariño por todos los que la rodean. Es esa lluvia deseada por la tierra seca de amor, que canta la canción. Su llegada es una brisa, como canaria que es, es el Alisio que te besa la frente, aunque a veces el viento que generas, nos arrastre por completo.
Me dicen que eres una niña muy inteligente. Y debo creerlo, porque aunque estemos separados por una inmensa cantidad de agua, sabes que un poquito más allá, tienes en Barcelona tu otra familia que está deseando volver a verte pronto.


He estado releyendo unas líneas que te escribí, Tiri, hace ya unos años. Fue tras el nacimiento de tu hermana Marta, ese cómplice que tienes de tus mil aventuras. Hoy es tu cumpleaños. Quiero compartirlas ya contigo: 


"Me gusta pensar que en tu cuarto tienes una foto mía. Que desde pequeña te pusieron una cerca de tu almohada, para que no dejases de verme y saber que estoy en algún lado, pensando en ti. Sé que nada de eso es cierto, pero quiero pensar que ahora tú, con éstas que te envío, las pones junto a la que siempre has visto en tu cuarto. O tal vez las guardes en un pequeño cofre o en una caja de lata, donde tienes tus secretos y aquellas cosas que tanto quieres. Me encantaría estar en un sitio especial, dentro de ti..."











miércoles, 15 de diciembre de 2010

Lo Divino

Santa Cruz de La Palma, años 40


Cada lugar tiene sus propias tradiciones navideñas. Y Santa Cruz de La Palma no lo iba a ser menos. En la más bella capital de isla del archipiélago canario, hay numerosos conjuntos musicales llamados rondallas, que van interpretando villancicos por las calles, para deleite de todos, durante estas fiestas. Las calles de Santa Cruz de La Palma se adornan de luces y sobre todo de la música de las rondallas. Este sonido melodioso se ha convertido en la manifestación popular de la Navidad misma.

A pesar de que pensaba que esta costumbre era mucho más vieja, para mí fue una sorpresa el descubrir que se remonta tan sólo al año 1947.
Esta tradición de profundo arraigo en los palmeros y que se ha extendido al resto de las islas, comienza nueve días antes del día 24 de diciembre, es decir, hoy mismo, como anuncio de la llegada del Mesías. Estos nueve días, rememoran los nueve meses de gestación de la Vírgen María.
Las rondallas de las distintas parroquias y asociaciones, recorren de madrugada las preciosas calles empedradas de adoquines de la capital, interpretando varios villancicos, destacando éste entre todos los demás. El público no es sólo espectador, pues participa como pocos de la expresión musical, pues ha trascendido tanto, que se ha convertido en un sentir.

Jamás pensé que fuese a emocionarme con una pieza del folclore canario. Nunca he sido seguidor de él, a pesar de los inútiles esfuerzos de mi padre, para que viéramos juntos un programa de televisión llamado Tenderete. Cada viernes intentaba infructuosamente, que permaneciera junto a él, para ver a esas agrupaciones cantando en el plató, temas del floclore canario, con mayor o menor suerte en el difícil arte de no desafinar en directo.
No sé si es la lejanía a mi tierra, o simplemente que me estoy haciendo mayor, pero cuando he estado buscando este vídeo, me ha dado morriña y tal vez por la distancia, se me han humedecido los ojos, cuando me he sentido más canario que nunca.

Esta música me trae muchos recuerdos de las Navidades de mi infancia, cuando mi padre todavía tenía el espíritu navideño, desempolvaba su disco de Navidad Palmera en nuestro viejo tocadiscos, y no levantaba la aguja hasta que acababan las fiestas. Recuerdo unas Navidades que no fuimos a La Palma y que llamamos a mis abuelos y él, a golpe de conferencia telefónica, les puso esta canción, como para querer decirles que a pesar de no estar allí, se sentía más palmero. Tendría entonces la edad que yo tengo ahora. Debe ser eso, la ñoñería de los que acaban la treintena. Luego, su interés por la Navidad desapareció por completo.

Las Navidades, la Nochebuena, como todo en este mundo, tiene varias caras. Se puede pensar que son los momentos más tristes, por todos aquellos que queremos tanto y que ya no están. Quizás eso alejó a mi padre. Este año además ya no tiene a su hermano. Mi tío Fico es el primer año que no nos acompaña. Los adoquines de las callejuelas de La Palma, estarán tristes porque los Viejos Villanciqueros se encontrarán huérfanos de su voz y de su buen humor, como todos nosotros.
Y aunque sé que aparecerá, o en el refilón de un brindis por el futuro al alzar las copas, o al cantar villancicos (porque este año voy a cantar...), como justo homenaje a alguien que nos dio tanto, debemos intentar estar alegres, porque tenemos todos los ingredientes para serlo.

Siempre te faltará alguien, pero igualmente hay alguna personita nueva que asoma la cabeza a la familia, que te trae una nueva alegría y que te pide con su mirada, que estos momentos también quiere que sean especiales para ella. Y eso depende de los que nos quedamos. Hace nada que Clara está por aquí. Creo que es un buen momento para estar juntos, y disfrutar de la Felicidad.



miércoles, 8 de diciembre de 2010

Drive




¿Quién te va a llevar a casa esta noche?
¿Quién te recogerá cuando te caigas?
¿Quién te colgará cuando llames?
¿Quién le prestará atención a tus sueños?


Drive fue el tercer single que lanzó el grupo The Cars, de su álbum Heartbeat City y supuso su mayor éxito internacional. Como muchos otros temas, fue compuesto por el líder de la banda, Ric Ocasek, pero en esta ocasión quien pone la voz es el bajista del grupo, Benjamin Orr.

El tema Drive fue además, la sintonía de un montaje audiovisual del concierto Live Aid de 1985 de Bob Geldof, mostrando la pobreza de África.
El vídeo de la canción fue dirigido por el actor Timothy Hutton, que a modo de curiosidad, es el actor más joven que ha obtenido un Oscar (20 años) por la película Ordinary People.  
En el vídeo de Drive, se muestra a Ocasek discutiendo con una joven, interpretada por la supermodelo Paulina Porizkova. Paulina, de origen checo, fue protagonista de un conflicto internacional cuando tenía tres años. Sus padres, huyendo de la invasión soviética de Checoslovaquia, la dejaron a cargo de su abuela, confiando en poder recuperarla después. Una vez en el exilio sueco, las autoridades checas se negaron a que la familia se reuniera, teniendo que intervenir el propio Primer Ministro de Suecia, Olof Palme, que lo logró tras arduas negociaciones. Más adelante, con 19 años, esta chica checa, luego nacionalizada sueca, llegaría a ser portada, entre otras, de la famosa revista Sports Illustrated. 

Ric Ocasek, hijo de un analista de la NASA y casualmente también de origen checo, conoció a Paulina en el rodaje del vídeo de Drive. A pesar de que sus personajes mantienen una tensa relación, entre ellos surgió el amor y acabarían casándose poco tiempo más tarde.

Mi añorado Volkswagen era una magnífica sala de audiciones, con una excelente acústica que con su redondeadas formas, hacía rebotar las ondas sonoras por todo el espacio. Además de cómplice impagable de escarceos y desventuras amorosas, mi Volkswagen acompañó a aquel jovencito imberbe con su orgullosa "L" recién conseguida, en todas aquellas idas y venidas. Paseos en coche, escapadas por alguna playa perdida, descubrir rincones nuevos por toda la isla, salidas nocturnas de fin de semana, las terrazas de verano...
Recuerdo la época de Drive como aquélla en la que la música lo invadía todo. Cada instante compartido, cada beso, cada caricia, cada lágrima, iba siempre acompañado de un fondo lleno de música.

Cuando estaba solo y oía esta canción, no dejaba de hacerme la pregunta del estribillo: ¿Quién te va a llevar a casa esta noche? La respuesta que me daba, era siempre la misma: Yo, por supuesto.



miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lady In Red

Y cuando te giraste y me sonreíste
Me quedé sin aliento
Nunca había sentido nada así
Tal sentimiento de amor completo y absoluto
Como el que siento esta noche


El prácticamente desconocido Chris de Burgh no podía imaginar que su disco Into the Light iba a tener tal éxito cuando terminó de grabarlo. Gran parte de la culpa la tuvo aquella balada llamada Lady in Red.
Chris de Burgh era hijo de un coronel británico y una irlandesa, que nació y pasó los primeros años de su vida en Argentina. Por eso domina perfectamente el castellano.
De vuelta a  Irlanda, se dedica a ayudar a sus padres en el negocio hotelero, tras restaurar un castillo familiar y reconvertirlo en hotel, donde el joven Chris deleitaba a los huéspedes subiéndose al escenario.
A pesar de terminar estudios de Arte e Historia Francesa e Inglesa, decide abandonarlo todo por la música, lanzando varios discos de éxito limitado, hasta que llegó Lady in Red.

Lady in Red fue escrita por Chris de Burgh, existiendo muchas interpretaciones acerca del origen de dicha canción. En un principio se dijo que la había compuesto recordando el día que conoció a su mujer, Diane. Hace  referencia a ese imperdonable olvido que sufren los hombres, que son incapaces de recordar aquel vestido que llevaban las mujeres el día que las vimos por primera vez.
Se dice que la propia Lady Diana, tras un pequeño concierto, fue a los camerinos a ver al cantante y darle las gracias por haber hecho aquella canción en su honor, pues era de conocimiento público su predilección por los trajes rojos. Chris de Burgh se sintió halagado, pero inmediatamente le sacó de su error. En una entrevista en un programa de TV, el propio Chris de Burgh comentó, que en realidad, lo que le inspiró fue ver a Diane en una sala de baile abarrotada de gente, y que él en un primer momento ni se dio cuenta de que era ella. Esto le hizo pensar que a menudo la gente no aprecia lo suficiente  a las personas más importantes de sus vidas, dándose todo por supuesto y cómo después de un tiempo, nadie ya recuerda las cosas que les condujeron a estar juntos.

En el disco Into the Light, además está otra canción, llamada For Rosanna, que la compuso en honor a su hija Rosanna Davison, que más tarde llegaría a ser Mis Mundo 2003. Viendo a Chris de Burgh y a su hija, se plantean serias dudas sobre la veracidad de las leyes de la Genética.

No recuerdo bien cuándo fue la primera vez que oí Lady in Red, pero cuando la escuché en aquella terrible película Armas de Mujer, tuve que tragar varias veces saliva, porque la belleza de sus notas me arañaba el alma. No sabía con quién, pero intuía que aquélla sería una canción especial con alguien que aún no conocía.

El día que vi a Lourdes por primera vez, no iba vestida de rojo. Aunque he de decir que recuerdo perfectamente cómo iba vestida. De aquellos días de conversaciones interminables, surgió el tema de la música y Chris de Burgh con su Lady in Red apareció de nuevo.
Aunque tenemos unos gustos musicales completamente distintos, coincidimos en esa canción. Creo que no en muchas más nos sucede lo mismo y por eso, fue la que escogimos para abrir el primer baile de nuestra boda.

Todavía cuando escucho las primeras notas de Lady in Red se me aparece el precioso rostro de mi mujer y el corazón me empieza a latir con más fuerza. El alma continúa dándome pellizquitos como aquel día que la vi por primera vez y sentí que por fin la había encontrado.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Lollipop



Mami un día me dijo algo que debería saber
Tanto dulce te va a pudrir el alma
Si ella te ama, déjala marchar
Porque el amor sólo trae tristezas


Mika es un cantante, compositor, pianista, de origen libano-inglés. A los nueve años, sus padres descubrieron que sufría dislexia, secundario a haber sufrido acoso escolar, por lo que dejó de ir al colegio, teniendo un profesor particular en casa. A los quince tuvo una profesora de ópera, lo que sin duda sembró en él la semilla por la música. Cuando decidió ir a la universidad, se matriculó en Económicas, pero intuyendo que se trataba de una decisión equivocada, no llegó a ir un segundo día a la facultad. En cambio, se fue al Royal School of Music.
Antes de triunfar como cantante y compositor compuso música para British Airways, así como sintonías para anuncios. Gran políglota, habla perfectamente inglés, francés, español y al parecer, se defiende con el chino mandarín.  
Aunque frecuentemente es acusado de imitar estilos de muchos artistas como Queen, Bob Dylan, Joan Baez, The Beatles, Freddy Mercury, Prince, Robbie Williams, David Bowie, Scissors Sisters o el mismo Elton John, la verdad es que la crítica le considera un genio en la época actual, constituyendo un soplo de aire fresco y original, dentro la mediocridad que impregna a la música actual.

Su álbum de debut, llamado Life in Cartoon Motion, ya cosechó un gran éxito, siendo nombrado artista revelación británico de ese año de 2007. De él se extraen títulos tan conocidos como Grace Kelly o Relax. De su obra el propio Mika dijo que "era un mundo mágico en el que puede vivir cualquiera. Un universo paralelo de ensueño, encantado y fascinante..." 
De este mundo inventado por Mika, surge Lollipop, tema menos conocido, pero no por eso de una calidad menor. De hecho, el propio cantante se refiere a él como su canción favorita de ese disco. En realidad cuenta la historia de un chico a quien su madre le aconseja que sea feliz disfrutando de la vida, porque el día que se enamore lo pasará mal. Mika compuso esa canción para la más pequeña de sus tres hermanas. Otra de ellas, Yasmine, es además diseñadora, habiendo hecho entre otras cosas, la portada de sus dos discos y la decoración de la botella de la felicidad, de Coca-Cola.

Lollipop aparte de ser una canción pegadiza, tiene un vídeo naïv que se me asemeja al Yellow Submarine de The Beatles.
Para mí, fue la canción del verano. Surgió como un intento de poder sortear de alguna manera airosa, al inevitable Waving Flag de David Bisbal, el Break Your Heart de Taio Cruz y sobre todo, al omnipresente Waka-Waka de Shakira, que me pedían incesantemente mis hijas Tiri y Marta, cada vez que se subían en el coche.

Por eso este tema, más que mío, en realidad es de mis niños Tiri, Marta y Guille, que aunque todavía no han visto este vídeo, seguro que disfrutarán con su alegría y colorido, recordando los divertidos momentos que pasamos, aquel maravilloso verano de 2010.

Como aquel mal cazador que le sale el tiro por la culata, al final, Lollipop se volvió contra mí. Se abrió sitio entre nosotros, y aquel burdo intento de evitar escuchar las mismas canciones, logró por error de cálculo, que esa piruleta musical acabase sonando ininterrumpidamente en la radio de nuestro coche, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez....


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Viviré


Viviré
Cada segundo enamorado de ella
Como bolero en la noche
Que se esconde en las estrellas


Un buen día, un joven dominicano llamado Juan Luis Guerra  fue a la universidad. Se matricula en Filosofía y Letras, pero a los pocos días de haber comenzado las clases, descubre que ha cometido un error. Realmente lo que le gusta es la música. Así que abandona esas aulas e ingresa en el Conservatorio de Santo Domingo.
Cuando acaba su formación, decide ampliarla, estudiando composición y arreglos en el Berkeley College of Music de Boston. Con una maleta cargada de ilusiones y dispuesto a dejarse influir por todos los estilos, se marcha hasta allí, llevando consigo una carta de una amiga, que debía entregar a una estudiante de diseño llamada Nora Vega. 
Nora acabaría convirtiéndose en la mujer de Juan Luis Guerra.

Tras su vuelta a la República Dominicana, comienza a grabar canciones, siempre acompañado de su inseparable grupo, los 4-40. El origen del nombre se corresponde con la frecuencia en herzios de la nota la, que es la que se suele usar para afinar los instrumentos.

A partir de entonces, comienzan unos años de éxito a nivel mundial. Todo el mundo ansiaba e imploraba que lloviera café en el campo o que le subiera la bilirrubina. Aunque pocos podrían decir qué es una Woman del Callao, eso no impidió que fuese tarareada y cantada, casi tanto como lo podrían ser esas Burbujas de amor, al acercar la nariz a su pecera.

Más adelante, unos álbumes más tarde, en 1994, se produce el lanzamiento de otro nuevo trabajo, llamado Fogaraté. Esta vez no tuvo tanta repercusión como sus discos anteriores. En él, de forma casi desapercibida, aparece este tema: Viviré. Tan de puntillas pasó, que sólo un año más tarde, con la publicación de un disco con los mejores éxitos de Juan Luis Guerra, no fue merecedora de ser incluida en él. Eso ha hecho que a pesar de ser una canción con una melodía que se te impregna fácilmente y unas letras muy poéticas, se haya convertido casi en una desconocida.

Un día iba paseando por un centro comercial, cuando algo hizo que detuviese mi paso. Desde el interior de una tienda de discos salían los acordes de una canción. Pude reconocer la inconfundible voz y el estilo de Juan Luis Guerra, aunque nunca había oido lo que cantaba: Era Viviré.
Reconozco que no he sido nunca amante de la música cantada en español, pero a pesar de ello, algo muy extraño se produjo en mí. Como aquellos niños encantados por el flautista de Hamelín, Juan Luis Guerra me condujo dentro y me hizo comprar el single de esa canción.
Unos años más tarde, se convertiría en un tema de la perfecta banda sonora de una sorpresa. En nuestra boda, tenía preparada una proyección con fotos y música, que partían de nuestra infancia hasta casi el día de nuestro enlace. Era un audiovisual que nadie esperaba y que había estado haciendo a escondidas las últimas semanas. Cuando iba ordenando foto tras foto, sabía desde el primer momento cuál iba a ser la música que acompañaría la sucesión de instantes que estaba montando.
No sólo las imágenes, sino aquella canción, fue un descubrimiento para todo el mundo.

Ahora ya sé por qué nadie conocía Viviré. ¡Qué torpe soy! Es bien fácil. Con el tiempo descubrí que Juan Luis Guerra nos la había compuesto a propósito, a nosotros dos, para aquella noche perfecta.
Desde aquel momento se ha convertido en una de nuestras canciones, porque desde entonces vivo cada segundo pegadito a ella, como medallita al cuello, con el corazón en fiesta. Vivo cada segundo enamorado de ella, como bolero en la noche, que se esconde en las estrellas.



miércoles, 10 de noviembre de 2010

The Last Night of the World

Quédate conmigo
Y abrázame fuerte
Y bailemos
Como si esta noche fuese
La última noche del mundo


Es fácil pensar que el musical Miss Saigón es simplemente una revisión moderna de la Madame Butterfly de Puccini. Y tal vez sea cierto, pero en realidad lo que inspiró al compositor Claude-Michel Schönberg y a su letrista Alain Boublil, fue una fotografía.
En un periódico vieron publicada una imagen de una niña vietnamita, a punto de embarcarse en un avión, rumbo a Estados Unidos, donde le esperaba su padre, un antiguo soldado que nunca la había visto. Su madre le cogía de la mano, sabiendo que nunca volvería a ver a su hija.

Miss Saigón, como su homónima Madame Butterfly, comparte la historia del amor imposible entre dos culturas, la oriental y la occidental, pero embebidos en medio del conflicto bélico de Vietnam.
La puesta en escena era espectacular, integrando en el escenario entre otras cosas, una estatua de 15 metros de Ho-Chi-Min. Pero lo que todo el mundo recuerda es aquel inmenso helicóptero, que aterriza en pleno escenario, para marcharse poco después, con el ensordecedor ruido de sus palas en movimiento, evacuando a los ciudadanos americanos de la embajada y a unos pocos afortunados vietnamitas, que querían huir del colapso de una guerra y de un futuro incierto.
Toda la obra está jalonada de preciosos temas musicales, pero por encima de los demás, destacaría The Last Night of the World, interpretado por Lea Salonga y Simon Bowman.
Más adelante, esta artista de origen filipino, sería elegida para cantar A Whole New World, de la banda sonora de Aladdin, la producción de Disney que llegaría a obtener el Oscar a la mejor canción.
Los protagonistas, Kim y Chris, están juntos en la habitación. Empieza a sonar la música. Los amantes comienzan a declararse su eterno amor y al fondo, tímidamente, aparece un saxofón que los va acompañando paulatinamente, mientras ellos se aman, ignorantes de que efectivamente, aquella iba a ser su última noche.

Miss Saigón fue el primer musical que vi en mi vida, en el propio West End de Londres, en una época de maravillosos descubrimientos y de nostálgica inocencia.
En aquella butaca del Teatro Real de Drury Lane, al compás de los acordes de The Last Night of the World, aprovechando la complicidad que me brindaba la oscuridad de la platea, mirando de reojo para que nadie se diera cuenta, cayeron varias lágrimas por mis mejillas, porque esa noche descubrí que el lejano Vietnam estaba todavía más cerca de mí, que el amor de verdad.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

The Living Years


Dilo alto, dilo claro
Lo puedes oir tanto como escucharlo
Es demasiado tarde cuando ya hemos muerto
Para admitir que no estábamos de acuerdo


Hasta que apareció Over My Shoulder, se llegaba a conocer a Mike & The Mechanics casi de rebote. Los entusiastas fans de Genesis, melómanos insaciables, descubrían que el guitarrista de esta banda mítica, tenía un grupo paralelo: Mike & The Mechanics.
Mike era Mike Rutherford, que se acompañaba de otros músicos, no por eso de menor talla, como el ya fallecido Paul Young, o el conocido cantante Paul Carrack. Si bien su primer álbum tuvo bastante éxito, es con este segundo, llamado Living Years, con el que obtuvieron una gran repercusión mundial, sobre todo gracias a este tema intimista, que da título a su disco y que relata magníficamente las dificultades de la comunicación entre padres e hijos: los conflictos generacionales.

Cuando le preguntaron en una entevista a Mike Rutherford qué fue lo que inspiró para componer The Living Years, contestó: "La letra fue escrita por B.A.Robertson y la canción cuenta algo que él vivió. Perdió a su padre y trata de la falta de comunicación que había entre su padre y él, antes de morir. Es una ironía del destino, ya que tuvo un bebé justo después de perder a su padre. Curiosamente, a mí me sucedió lo mismo. Por eso esta canción significa mucho para mí".

The Living Years nos invita a reflexionar sobre el poco tiempo que nos da la vida. Tan escueta es, que debería ser aprovechada intensamente, no malgastándola estando a la defensiva, perpetuando rencillas, que a la larga enrarecen todo. Deberíamos confiar en nuestros padres, lograr que nuestros hijos lo hagan con nosotros, no ocultando nuestros sentimientos y dejar de tener ese temor absurdo a decir todo aquello que sentimos, a quien tenemos tan cerca y a quien les debemos todo. No lo vemos, pero el tiempo se nos va escapando, como un puñado de arena entre las manos y si no lo cambiamos, tal vez llegue un día en que todo será demasiado tarde.



miércoles, 27 de octubre de 2010

Despídete


Despídete
Pero no dejes de mirar atrás
Abrázame
Que tu calor me llene hasta que vuelvas


Marta y Marilia, formaron en los años 90 un dúo conocido como Ella Baila Sola, que tuvo un tremendo éxito, llegando a vender casi 4 millones de discos. Eran dos amigas del instituto, apasionadas por la música, que recorrieron todo Madrid, Parque del Retiro incluído, para dar a conocer sus composiciones, hasta que el éxito de su primer disco les sorprendió. Tan sólo existieron cuatro años, pero en ese breve periodo de tiempo, fueron presentando temas que encajaban en nuestras vidas, como si tomasen nota de ellas para componerlas. ¿Qué chica no ha tenido amores de barra? ¿Quién no conoce la expresión ser mujer florero? O acaso, ¿alguien no ha notado en algún momento  que ya no le baila un gusano en la tripa? Hablaban de lo cotidiano de cada día, aunque fuese de los sapos que ya no bailan flamenco. Pero su tediosa rutina dejó canciones que permanecerán para siempre.

Fiel al dictado que marcaron las chicas de Ella Baila Sola, Despídete, fue compuesta pensando especialmente en mí. Porque no hay ninguna canción que se ajuste más a la triste sensación y el abandono que te deja la despedida. Cada vez que Despídete se convierte en la banda sonora del adiós, noto un pellizquito dentro, que a veces hace daño, porque me arranca alguna lágrima.
Aunque sabes que volverá, el calor de un abrazo es tan efímero... En cambio la tristeza y la nostalgia parece ser imperecedera.
El momento del adiós es improrrogable, y como dos inevitables orillas de un mismo río, desde ambos lados, tanto el que se va, como los que se quedan, están unidos por el anhelo y la esperanza de que el tiempo se acorte, que marche muy deprisa, para que llegue pronto el momento de volverse a encontrar, y estar juntos, de nuevo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Relax (Don't Do It)


Relax don't do it
When you want to go to it
Relax don't do it
When you want to come

La canción Relax (Don't Do It) apareció a finales del año 83 en el Reino Unido. Pero la polémica comenzó en enero de 1984 cuando el disc-jockey más famoso de la BBC, mientras hacía girar en su tocadiscos el nuevo éxito del año, se detuvo en la portada, que le resultó obscena y tras escuchar detenidamente la letra de la canción, arrancó el disco, al encontrarlo repugnante. A partir de ahí, la BBC prohibió su emisión y como suele suceder, eso fue precisamente lo que catapultó a la fama a Relax y a los propios Frankie Goes To Hollywood.

Las letras Relax, don't do it, when you wanna sock to it (relájate, no lo hagas, cuando quieras golpearlo), se parecían demasiado  a when you wanna suck it to it (cuando quieras chuparla). Además, para los censores, fue demasiado explícito When you want to come (traducible tanto como Cuando quieras venir como Cuando te quieras correr), lo cual fue definitivo para una época conservadora y para una emisora gubernamental como la BBC.
Cuando en la revista Smash Hits le preguntaron al vocalista Holly Johnson: "Relájate, no lo hagas ... ¿no hacer el qué"? , él respondió: "no relajarse, claro está".
Ante el boicot a esta canción, la discográfica contraatacó, con el lanzamiento de camisetas, con el lema: "Frankie Say Relax Don't Do It", que invadieron todo el país en aquel verano de 1984.

Los años ochenta significaron mucho en mi vida. Era la primera vez que salía de las islas y nada menos que a Inglaterra. Con trece años tienes casi todo por descubrir y tu adolescencia comienza a abrirse paso. Los primeros amores platónicos, como secretos inexpugnables que casi no confiabas a nadie y tus primeras salidas a la discoteca, aunque fuese en sesión matinée, para el grupito de españoles que estábamos allí. Esperabas ansioso el poder encontrarte con las niñas de tu grupo, maquilladas con sombras en los pómulos, algo que ellas llaman la raya en los ojos, peinadas para la ocasión con esa especie de tupé, y vestidas con esas faldas de volantes, y una chaqueta vaquera torera con hombreras.

Los chicos a un lado y las chicas a otro, esperando a ver quién se iba decidiendo primero. De fondo sonaba una música maravillosa, reflejo de una época prolífica e irrepetible, que dio tantas canciones inolvidables, que se merecerá una trilogía. Sonaba entre otras, el polémico Relax de los Frankie Goes To Hollywood, que al parecer, según nos contaban, había sido censurado por la mismísima Margaret Thatcher. Alguien me contó que vio en la tele el vídeo prohibido, pero nadie le creyó. La canción te hacía moverte sin querer, aunque todavía no supieses bailar, mientras esperabas impaciente esa canción lenta que te infundiera valor, para sacar a bailar a aquella preciosa niña de ojos verdes.
  

martes, 12 de octubre de 2010

By Your Side


Cuando tengas frío
Estaré allí, agarrándote fuerte contra mí
Cuando estés fuera y no puedas entrar
Te enseñaré que eres mucho mejor de lo que crees
Cuando estés perdido
Estés solo y no sepas volver
Te encontraré y te traeré a casa
Si quieres llorar
Estaré aquí para secar tus ojos
Y en nada, te encontrarás bien


Helen Folasade Adu, es conocida como Sade. En realidad, Sade, es el nombre del grupo que arropa a la cantante, hija de padre nigeriano y madre inglesa, que surgió en 1984 con su Diamond Life, sorprendiendo al mundo musical con ese estilo fusión de jazz, soul y rhythm & blues, tan propio, personal, e intimista. Ya consolidado su éxito tras cuatro discos, en el año 2000 publica un nuevo álbum, llamado Lovers rock, donde se puede escuchar este desconsolado y melancólico By Your Side (A tu lado).
Son notas y letras que hablan de tropiezos y tristezas compartidas, de dificultades pendientes de ser superadas. De amor incondicional ante el fracaso y la decepción. La duda que se presenta ante una posible ocasión única desperdiciada, o en cambio, la esperanza de que tal vez un día, la vida te brindará una segunda oportunidad.

Sade Adu unos años antes de publicar By Your Side, también había vivido en Madrid y del triste recuerdo de una relación con un español, surgió un tema, que en su idioma original, en castellano se titula: Siempre hay esperanza.

By Your Side puede ser escuchada alegremente como una bonita canción, o si se tiene el ánimo triste, como la perfecta excusa para sincerarse y desahogar el llanto más amargo. Es el canto a la caída, pero también al coraje de lograr levantarse. Pero sobre todo, es la reivindicación del amor verdadero, que no cree en obstáculos insalvables y además se crece ante las adversidades. 



jueves, 7 de octubre de 2010

Blade Runner - Love Theme


He visto cosas que vosotros los humanos no creeríais
Naves en llamas atacando más allá del cinturón de Orión
He visto destellos de rayos C brillando en la puerta de Tanhäusser
Todos esos momentos se perderán en el tiempo
Como lágrimas en la lluvia


En 1982, después de componer Carros de Fuego, a Vangelis se le encargó la banda sonora de una película sin importancia, dirigida por Ridley Scott. Este filme era una mezcla de noir-film y ciencia ficción. Acabaría convirtiéndose en un clásico, en una obra maestra, que como toda pieza genial, cohesiona perfectamente guión, interpretación, decorados, fotografía y banda sonora.
El compositor griego tardó doce años en permitir que se publicase la música original que sonaba en el filme, cuyos temas son casi más famosos que la película misma.

Aunque banda sonora y película van juntos, la composición de Vangelis es tan maravillosa, que puede escucharse aisladamente sin ver necesariamente la cinta. El tema Love Theme es de los más tiernos, sensibles, sensuales, que he escuchado nunca. Es la perfecta ambientación de una noche romántica, iluminada por velas, que parpadean levemente por la suave brisa del verano, que se cuela por la ventana entreabierta.
Con esta música sonando de fondo, no nos resulta difícil convertirnos en los protagonistas de la más bella historia de amor, degustando un Barbadillo fresco y saboreando los besos más ricos de Barcelona.

Para mayor deleite de esta pieza musical, recomiendo a modo de receta médica, cerrar los párpados, y dejarnos llevar por el sonido del saxofón. Transportarnos al lugar más maravilloso que hemos estado nunca y soñar con la mejor de las compañías. Claro que podemos escucharlo con los ojos abiertos, pero, ¿acaso un beso no sabe mejor, si cerramos los ojos?


martes, 5 de octubre de 2010

Do You Remember



Podrías haber vuelto a mi lado
Podrías habérmelo hecho saber
Podrías haber visto la distancia que nos separaba
Pero parece que es pedirte demasiado
¿Recuerdas?


La música es sentimiento y con ella, a modo de escritura indeleble, lo que nos trae a la memoria escucharlas, que se unen como una misma cosa. Las canciones que me importan, son para mí, letra, música y recuerdos. Una amalgama de las tres, que hace que sean un conjunto perfecto, un círculo que se cierra. Por eso, he escogido esta canción como la primera de muchas más.
Su título (¿Recuerdas?), evoca precisamente, el espíritu de estas páginas.

Do you remember? fue una canción que compuso Phil Collins para su disco But Seriously, que habla de rupturas, de tristeza y del desamor, que es la forma de amor más triste, más melancólica, pero la más inspiradora.
Aunque es una de esas pistas que permanecen sumergidas dentro de un album y eclipsadas por otros temas como Another Day in Paradise, o Something Happened on the Way to Heaven, es una de las baladas más nostálgicas compuestas por el músico británico.

Grabada en una de mis más preciadas cintas de cassette, de cromo inexpugnable, para evitar que se deshilachase por dentro de los cabezales, esta canción tenía un lugar privilegiado en mis primeras noches de juventud. Do you remember? sonaba incansablemente una y otra vez en la primera radio, de mi primer coche. Junto con el cielo estrellado de la noche, era testigo de mis primeras salidas, de mis primeros amores y de mis primeras tristezas.