miércoles, 10 de agosto de 2011

Diamond Sun



Cuando era jovencito, tuve una camiseta de deporte, que tenía unas palabras que ponían a todo lo ancho: There is no finish line.
Por encima de la frase se podía ver la silueta de un hombre corriendo y coronando todo, un semicírculo, que era en realidad, un arco iris.
La frase era un muy buen slogan de Nike, que quería decir muchas cosas.
En aquella época, y viendo la figura del atleta, a mis trece años, No hay línea final (o meta), yo lo interpretaba como la soledad del corredor de fondo, que extenuado después de tantos kilómetros de carrera en soledad, es incapaz de vislumbrar el final del recorrido.

Y desde que tenía aquella camiseta, he sentido una cierta fascinación por correr. Cada verano, cada invierno, tengo el propósito de irme a echar una carrerita y ponerme en forma. Pero lo que siempre me ha echado atrás y me causa pereza es tener que hacerlo solo. Pero ahora las cosas son distintas. Agarro mi Iphone, escucho la música que me gusta y además tengo un preparador que me marca una pauta de entrenamiento, pudiendo ver los kilómetros, la velocidad, el tiempo y el recorrido que hago. Ahora sí que no tengo excusa para esta tarde mismo, empezar a trotar por los caminos de Málaga.

Y para hacer ejercicio, como para cenas románticas, o cualquier otra actividad del día a día, siempre hay una música para todo. Para estos momentos, siempre pienso en esta canción. O mejor dicho, al revés. Cuando oigo Diamond Sun, me imagino en mi primer día de entrenamiento, vacío de forma física, pero lleno de buenos propósitos.

Diamond Sun es una canción del grupo canadiense Glass Tiger, que la descubrí por casualidad y me atrapó de inmediato. Esta banda apareció en 1984 y su fuerza, les condujo de inmediato a ser teloneros de Culture Club, o incluso, su teclista, acompañar en conciertos a artistas como Bryan Adams o Aerosmith. La propia Tina Turner se deslumbró con ellos y se los llevó como artistas invitados, para su gira mundial de 1987.

Diamond Sun no es la canción más conocida de este grupo, pero su ritmo encaja en mi percepción del trabajo físico y la superación. Su inicio creciente, se me asemeja al comienzo de nuevos retos, o incluso la persecución de sueños inalcanzables, que merecen una canción como ésta, que te estimule, que te permita concentrarse en el esfuerzo, en el sacrificio, en la carretera, empujándote un poco más allá, como si no existiese línea final.

Con los años, me he dado de cuenta de que esa frase quería decir muchas otras cosas. Ya la meta no es una línea fija, que está muy lejos, a la que llegaremos exhaustos. Con mi experiencia, he descubierto que la meta es móvil. Y está disponible a nuestro antojo. Nuestras metas, las ponemos nosotros.
Es más, con el paso de los años, ahora sé por fin, el significado de There is no finish line:
Las metas no existen.

 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué sorpresa de canción! Me encanta. Sigue sorprendiéndonos. Si escucharla te anima a hacer "Footing" o "Running" pues nada mejor para estar en forma. Beso. Hasta el miércoles.

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