miércoles, 25 de mayo de 2011

You're The Voice



Mi generación a menudo se conoce como la generación de Naranjito, porque conocimos en directo las aventuras de Fútbol en acción, los dibujos animados de los sábados, protagonizados por la mascota de nuestro mundial de fútbol.
Pero de ese campeonato no guardo muy buen recuerdo, por lo que prefiero que seamos reconocidos como la generación de La Ruperta.
Desde que desapareció en la oscuridad de los rayos catódicos, los viernes dejaron de ser viernes y nunca volvieron a ser iguales.
Nunca entendí por qué aquellos concursantes se quedaban tan decepcionados cuando al final de la subasta les tocaba la Ruperta. Era un muñeco precioso. Yo soñaba con que mis padres fuesen al concurso. Para nada querríamos un Seat Ronda, que ya teníamos en casa un Volvo y un escarabajo. Ni siquiera el deseado apartamento de Torrevieja, que nos quedaría muy lejos de Tenerife y que seguro no tendría nada que envidiar a la playa de El Médano. Lo que realmente soñaba es la llegada de mis padres el sábado por la mañana a casa, tras volver del concurso, trayéndome un muñeco de La Ruperta.
Pero no sólo es por el Un, dos tres. Me considero privilegiado por pertenecer a una época de descubrimientos. Mis hijos desconocen el concepto de marcianitos, o comecocos. Ya nadie sabe lo que significaba poseer un Spectrum y tener que esperar diez interminables minutos para cargar un juego, pero a pesar de eso, estar orgullosos de nuestra pequeña máquina negra, con un arco iris en la esquina.
Vimos el estreno de Thriller en la tele, lo que nos dio tema de conversación en el colegio para unos cuantos días.
El coche de Papá era ese Volvo 164, pero también era este otro.
¿Alguien acaso de ahora, sabe qué son los Juegos Reunidos Geyper? ¿El camión Pegaso de Rico? ¿Y un Madelman?
Aunque me saqué el carnet de conducir al cumplir la mayoría de edad, el primer volante que cogí fue el del Auto Cross.
Ya nadie tiene miedo cuando ve aparecer por primera vez a un malo malísimo como Darth Vader, ni saben lo que es volar con Superman, e ignoran que nunca habrá ninguna otra como ella.
Me siento identificado con los protagonistas de ese conocido anuncio. De fondo suena Simple Minds, que retrata perfectamente el espíritu de todos los que tienen más o menos mi edad. Pero esta generación, mi generación, sin desmerecer a Don't You Forget About Me, tiene otro himno. Hay una canción que canta un australiano muy poco conocido fuera de su país, llamado John Farnham, que cuando la escucho, me da un pequeño vuelco el corazón. Sé que cada uno elegiría un tema distinto, pero para mí, You're the Voice, es la voz de los que ya estamos o están a punto de cumplir los 40. El himno de una generación de privilegiados por haber vivido en una época maravillosa y conscientes de nuestro origen, disfrutamos con gran intensidad de nuestro presente.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta la canción, y me encanta pertenecer a esta Generación, a la Generación Mirinda!!! Buenas noches y que la nostalgia te acompañe....

Yo misma dijo...

Esta vez tengo que comentar.

Puedes creer que este tema me encanta y no lo recordaba. Increíble pero cierto.
Bueno... bien pensado no es tan increíble.

Ahora, con lo de la ruperta... yo siempre preferí el dinero, ni machango, ni apartamento y mucho menos coche. ;-)

Por lo demás, gran generación.

Anónimo dijo...

No conocía la canción y tampoco al cantante. Un agradable descubrimiento. Gracias Mel por el tiempo que le dedicas a deleitarnos los miércoles con tan buena y variada música, a delight for the ears.

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