Jean-Michel Jarre irrumpió con 29 años en el panorama musical, con una obra innovadora, su disco Oxygène, completamente instrumental, a base de sonidos electrónicos, que sorprendió a un público que se enamoró de inmediato, de aquella nueva forma de entender la música.
A este disco le sucedieron otros, con un menor éxito, como fueron Equinoxe, Magnetic Fields y Music for Supermarkets. Se da la curiosidad que este último, ha llegado a ser el disco más caro de la historia. Aunque inicialmente fue compuesto como música ambiental de una exposición de arte, finalmente Jean-Michel Jarre grabó una sola copia y destruyó ante notario todos los másters, para subastarlo posteriormente con fines benéficos.
Cinco años después de la aparición de Oxygène, Jarre dio una gira de conciertos en China, siendo el primer artista extranjero al que se le permitió hacerlo en aquella nación asiática. Durante esas actuaciones, compuso Souvenir of China, cuya melodía principal está jalonada de recuerdos de China y del sonido de una cámara de fotos, que va inmortalizando todos los momentos vividos en aquel lejano país.
Hace poco le preguntaron a Jean-Michel Jarre si sabía quién era el propietario de Music for Supermarkets, a lo que contestó: "...creo que es un belga. Es una historia muy conmovedora. Ese hombre estuvo en coma durante mucho tiempo. Cuando despertó, oyó en la radio Souvenir of China. Tras la emisión de este tema, comentaron en la radio la subasta de Music for Supermarkets y dijo: Ese disco tiene que ser mío...".
Jean-Michel Jarre llegó a mi vida casi a la misma vez que lo hizo mi primera cámara de fotos. Una Kodak Pocket A-1 que hacía unas fotos horribles. Lo milagroso es que después de esa experiencia, tras ver los resultados, todavía quisiera seguir haciendo fotos. Debió ser una especie de prueba para hacer una selección natural, una criba entre la gente aficionada a la fotografía.
Un buen día sonó un tema instrumental en la televisión y mi madre, como buena chica ye-yé, y por tanto, melómana apasionada, de la que he heredado esta afición musical, me pidió corriendo, que trajera una grabadora para registrar esas notas que salían de nuestro viejo Telefunken Palcolor, las cosas como son, lo que hice de inmediato.
Con tan sólo 20 segundos de canción, nos fuimos hasta una tienda de discos, donde le pedimos al tendero que escuchara el fragmento, a ver si podía reconocer lo que habíamos grabado. De allí nos salimos muy contentos, llevando bajo el brazo nuestro Equinoxe.
De esta forma tan rudimentaria, descubrí a un genio francés, que me ha acompañado el resto de mi vida.
Cuando escucho Souvenir of China, no puedo evitar pensar en mi amor por la fotografía, que comenzó casi cuando empezó mi afición por Jean-Michel Jarre. Es la perfecta banda sonora de unas maravillosas fotos, que siempre sueño con llegar a hacer, pero que no sé si lograré alcanzar algún día, a pesar de que mi cámara actual es bastante mejor que aquélla que me regalaron en mi infancia. El sonido de esa cámara insaciable, retratando instantáneas del país asiático, junto a la atmósfera envolvente de Jean-Michel Jarre, son para mí, el cierre de un gran círculo, que se inició cuando tenía menos de diez años y que entremezcla la música y la fotografía.
5 comentarios:
Como siempre e independientemente de que la canción que suente guste o no, la historia es entretenida, ilustra musicalmente y resulta entrañable, dando ganas de conocerte un poco más. En esta ocasión el tema lo conozco, y para mi sorpresa, me gusta.
Salvo las más comerciales, no había escuchado una sola canción entera de Jarre porque me horroriza la música electrónica. Te felicito porque has conseguido que la escuche atenta de principio a fin y no me ha disgustado, lo que es un buen principio para una nueva relación con la música de este individuo. Gracias, como siempre, la espera semanal desde luego merece la pena.
Querido Mel:
Lo único malo de la tecnología es que envejece muy deprisa. De toda aquella ola de música electrónica que surgió en los setenta y principios de los ochenta apenas sobreviven hoy unas cuantas cosas. Y, por supuesto, entre ellas figura Jean-Michel Jarre, cuyo "Souvenir of China" suena hoy como una preciosa elegía a aquella época que no se entiende sin el trabajo de este artista (hijo del gran compositor de bandas sonoras, Maurice) y de otros de su misma categoría, como el griego Vangelis. Curioso juego de espejos este que hoy nos regalas: el sonido como fotografía del pasado y viceversa.
Hoy 19 de Marzo, día de tu santo eres tú el que me regala esta joya de la música. Soy fan incondicional de Jean-Michel Jarre y no sólo he disfrutado con tu relato y con "Souvenir of China" sino también pinchando todas las etiquetas. Leer y escuchar lo que hay en ellas me ha llenado el espíritu. Gracias Mel y Happy saint´s day.
Mel es un enorme placer conocerte a través de una anécdota tan bella,veo que eres tan fan de jarre como yo y eso para mi ya es algo muy importante así es,souvenir de china es un tema enigmático en el cual el sonido de la cámara de fotos es la protagonista y pues como me gustan todos los temas de jarre no puedo decir que es mi favorito jajaja porque me gustan todos!!!Me gustaría que me agregaras a tu face que estoy como:jisrael.hbetancourt espero tener contacto contigo y contarte entre mis buenos amigos enhorabuena!!!
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