miércoles, 12 de enero de 2011

Don't Answer Me

Si crees en el poder de la magia
Puedo hacerte cambiar de forma de pensar
Y si necesitas
Creer en alguien
Gírate y mira detrás de ti



No hace demasiado tiempo, existió un grupo musical que se autodefinían como proyecto, pero no hay que llamarse a engaño. Sus productos eran tan maduros, que distaban mucho de ser meros prototipos. Los Alan Parsons Project compusieron temas tan legendarios como Eye in the Sky, Lucifer, Let's Talk About Me o Don't Answer Me, por poner unos ejemplos, que no son en absoluto experimentos musicales.
Don't Answer Me se publicó dentro de un álbum que se llamó Ammonia Avenue, que en su conjunto analizaba la falta de entendimiento de los avances científicos en la industria desde el punto de vista de la gente corriente y la falta de comprensión de la gente, desde una perspectiva científica.
Sea como fuere, este tema aisladamente, como el buen maridaje de un excelente vino, en una deliciosa cena que puede ofrecer un excelente vino, yo la considero una balada que nunca desentonaría como banda sonora, una noche romántica.
Mucha gente recuerda ese vídeo, aunque de entrada no sabrían decir quién era el que cantaba aquella canción tan bonita, ni por supuesto su título. El mérito de aquellas imágenes tan cautivadoras  se ha de atribuir a Mike W. Kaluta. Un dibujante norteamericano de cómics nacido en Guatemala. Además, en un momento del vídeo, se puede ver a los miembros del grupo tocando en un bar.

Atraído por la música, o por lo cautivador de su vídeo, quise ser un caballero como Nick, el protagonista del vídeo y desde el principio, Don't Answer Me pasaría a formar parte de la lista de mis canciones favoritas. Todavía era un niño, pero imaginaba que algún día estaría con alguna chica preciosa, que una calurosa noche de verano, iluminados por la luz la luz de la luna, pasearía con ella por una playa desierta, y mientras le cogía de la mano, las olas suavemente nos irían mojando los pies, levemente con la espuma. Le acariciaría los labios y le diría al oído, susurrando, que no hace falta que me conteste, que no rompa el silencio, ya que en esos momentos, no nos hacen falta las palabras.






2 comentarios:

Le grand bleu dijo...

Magnific

José Amaro dijo...

Querido Mel: Por poco me haces saltar las lágrimas, debido a la triste melancolía que me provocan esta deliciosa música y las encantadoras imágenes que la acompañan. A partir de una determinada edad, echar uns vista atrás empieza a ser (con perdón) una verdadera putada. Porque es entonces cuando uno cae en la cuenta del tiempo que ha transcurrido, de que el pasado es un espejismo y, sobre todo, de las oportunidades perdidas. Este fantástico vídeo me devuelve directamente a los años ochenta, a una época en la que casi todo estaba por venir y nos alimentábamos de sueños que luego se han revelado imposibles.
Gracias por deleitarnos, una vez más, con el agridulce placer de la nostalgia y por haberme regalado estas Navidades esa pequeña joya de cine clásico, protagonizada por Pepe Blanco y Boris Karloff, ya sabes... Recibe un fuerte abrazo y un cariñoso beso primofraternal.

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