miércoles, 4 de julio de 2012

Falling in Love


A medida que pasan los años, tienes más vida detrás de ti para poder mirar hacia dónde te ha llevado tu existencia. No dudo que ha habido gente que quisiste mucho y que en cambio a ti te tuvo sólo cariño. Huesos por los que estuviste loco y que jamás apreciaron tu dedicada demencia. Pero seguro que también hubo quien suspiró por ti, que soñó contigo y tú en cambio, ignoraste todas aquellas señales, o tal vez no te tomaste la molestia de averiguarlo nunca. El amor es así. Una vía de tren en dos direcciones, que no siempre coinciden.

Hoy me han contado la triste noticia de una historia de amor, de una pareja que conocemos bien, que se ha roto. Estamos consternados, porque a los dos los queremos mucho y es duro descubrir que el amor se ha ido, dejando unos posos muy tristes y desagradables.
Aquel amor, que ahora ya no existe, comenzó hace mucho tiempo, casi cuando conocí a un tipo llamado Randy Newman.

Randy Newman, a pesar de su escasa notoriedad entre nosotros, ha sido y continúa siendo toda una institución en su país, como compositor de bandas sonoras, cantautor de letras irónicas y mordaces o como un excelente pianista. Sus canciones han sido interpretadas por artistas como Ray Charles, Tom Jones, The Everly Brothers, Etta James, o la ELO. Poca gente sabe que ese famoso tema de Joe Cocker, en realidad es obra de Randy Newman.  Aquí lo cuenta el propio Randy.
Estos últimos años, tal vez ha logrado que lo conozcamos un poco más, a raíz de algunas famosas bandas sonoras que ha compuesto, como la de Monsters S.A. o la saga de Toy Story.

Cuando Randy Newman apareció en mi vida, fue con una canción llamada Falling in Love. Formaba parte de un álbum titulado Land of Dreams, donde iba contando tema a tema, su infancia y adolescencia en New Orleans, que tanta influencia ha tenido en su música.

Hay una primera vez en tu vida en la que notas como una sensación de vértigo dentro de ti. Una felicidad tonta que te impide dejar de estar sonriendo a todas horas. Lo llevas escrito en la frente y aunque quisieras apartarlo de tu mente, piensas que todo el mundo al verte también lo sabe. No quieres que nadie se dé cuenta, pero a pesar de eso, no te importa que el mundo entero lo descubra. Cuando me sucedió, me acordé del bueno de Randy Newman, que había conocido tantos años atrás.

La letra y la música de Falling in Love, tan pegadiza, describen perfectamente ese maravilloso estado de ingravidez, esa pesadez de párpados y brazos, el estómago girado del revés, el rubor facial, el temblor y la taquicardia desbocada. Puede que camines torpemente, incluso que tropieces por tener la mente tan ocupada, disfrutando de una inmensa felicidad que te sale a borbotones por todos los poros y que apenas puedes disimular. Quizás - como dice Randy Newman - es que te has enamorado.

Ahora es un momento triste. Pero seguro que habrá un nuevo amanecer y con la nueva vida que les espera, un día volverán a descubrir que se han enamorado otra vez.


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