Te llevaré hasta la Luna
entre nubes de algodón
yo seré tu caballero
te salvaré del dragón
Hace no mucho tiempo, en un día de junio, se casaron nuestros amigos Nacho y Natalia. Tuvo lugar en un sitio especial, casi mágico: La Casa Batlló que hizo Gaudí en el Paseo de Gracia de Barcelona.
En un momento del cóctel, nos condujeron a todos los invitados a la terraza, donde se proyectó un montaje de fotografías de los novios, desde su infancia, hasta el momento actual. La verdad es que me pareció tan bonito, que yo, que soy tan original, tomé nota para hacer lo mismo en mi boda, que sería dos años más tarde.
Aquella sucesión de fotos estaba engarzada con una canción muy agradable, de sonidos diría que tropicales, interpretada por una cantante con un acento y una voz muy melosa, que no había oído nunca.
Cuál no sería mi sorpresa, que la canción Niña Candela, completamente desconocida para mí, resultó ser de un grupo canario llamado Mestisay.
Desde aquel día y que me perdonen Nacho y Natalia, siempre que oigo esos compases con acento canario, no me acuerdo de su boda, sino de mi particular Niña Candela, mi hija Tiri.
Son diez años de idas y venidas, de alegría al encontrarnos y despedidas tristes, mirando cuándo será nuestro próximo encuentro. Siempre con esa forma de querernos, esa forma de existencia que nos ha tocado vivir, disfrutando cada efímero y escaso instante, con la intensidad e incertidumbre del que sabe que no dispone de mucho tiempo, ignorando cuándo nos volveremos a encontrar.
Tiri es especial. No sólo lo veo yo por ser su padre. Ella es un gran imán que genera una gran cantidad de cariño por todos los que la rodean. Es esa lluvia deseada por la tierra seca de amor, que canta la canción. Su llegada es una brisa, como canaria que es, es el Alisio que te besa la frente, aunque a veces el viento que generas, nos arrastre por completo.
Me dicen que eres una niña muy inteligente. Y debo creerlo, porque aunque estemos separados por una inmensa cantidad de agua, sabes que un poquito más allá, tienes en Barcelona tu otra familia que está deseando volver a verte pronto.
He estado releyendo unas líneas que te escribí, Tiri, hace ya unos años. Fue tras el nacimiento de tu hermana Marta, ese cómplice que tienes de tus mil aventuras. Hoy es tu cumpleaños. Quiero compartirlas ya contigo:
"Me gusta pensar que en tu cuarto tienes una foto mía. Que desde pequeña te pusieron una cerca de tu almohada, para que no dejases de verme y saber que estoy en algún lado, pensando en ti. Sé que nada de eso es cierto, pero quiero pensar que ahora tú, con éstas que te envío, las pones junto a la que siempre has visto en tu cuarto. O tal vez las guardes en un pequeño cofre o en una caja de lata, donde tienes tus secretos y aquellas cosas que tanto quieres. Me encantaría estar en un sitio especial, dentro de ti..."
3 comentarios:
Mel, esta canción la descubrí en el mismo momento que tú (aunque no sabía que son canarios) y siempre que la escucho me acuerdo del CD "Nacho-Natalia", a partir de ahora me recordará a Tiri. Me encanta, tanto la canción como lo que dices. ES un vendaval que deja huella sobre todo por su enorme corazón, y cuando va llegando esta época tenemos unas ganas enormes de verla. Unos Reyes sin tiri ya no son lo mismo.
Ahora toca eso de "10 añazos ya, que fuerte!! como pasa el tiempo..." Muchos besitos y Felicidades, Tiri! (Ojala algun dia pueda leer las cositas que escribe su padre)
Mi niña, como me acordé ayer de ella. Tengo ganas de verla, debe estar hecha una señorita. Y Melito, el día que Tiri lea todo lo que escribes de ella se sentirá orgullosa de su padre que, estoy segura, ocupa un lugar importántisimo en su corazoncito de 10 años (mucho más acogedor que una caja de lata). Un besote.
Conocía la canción, es preciosa. Deberías hacersela llegar con la dedicatoria de que piensas en ella cuando la escuchas. Con diez años ya se dan cuenta de muchas cosas y le va a encantar.
Besos.
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