miércoles, 5 de febrero de 2014

Everybody Hurts

 

No son diez años, pero casi.
Casi diez años de aquel día en que confirmamos ante toda nuestra familia y amigos, que habíamos decidido unir nuestras vidas y empezar un nuevo camino juntos.
Fue un precioso día de febrero; tal día como hoy.

Mi opinión, como es obvio, no cuenta, pero he oído decir a alguien que aquélla "era la boda más bonita a la que habían ido..."

Del día de mi boda he hablado en alguna ocasión y de cómo iniciamos el baile.
Muchas veces es fácil elegir la primera canción. La segunda no lo es tanto. No sé cómo lo decidimos, pero la siguiente que elegimos para continuar bailando, fue este tema de la banda estadounidense REM, de la época en la que estaba en su mayor apogeo, cuando sus temas se convertían en una auténtica religión.

Nos gustaba mucho cómo sonaba Everybody Hurts, al ser una balada lenta, cadenciosa,  y tan larga, que te permite tener entre tus brazos a la más preciosa mujer y fácilmente proyectarte esa primera noche, a lo que sería una idea aproximada a estar junto a ella el resto de tu vida.

Aunque los integrantes de REM dicen que su intención inicial fue componer una canción para adolescentes, la realidad es bien otra. Según una encuesta de la PRS for Music, la Asociación de compositores del Reino Unido, Everybody Hurts afirmaba que es la obra musical que más hace llorar a los hombres.
La definían como "una obra lacrimosa que define la sensación de frustración y pena que a los hombres les resulta difícil describir y a su vez les da una leve idea de solución al conflicto. Por eso ha superado a otras grandes obras como "Tears in heaven" de Eric Clapton, logrando robar una lágrima incluso a los hombres más fuertes(...)".

Yo no puedo decir lo mismo. Lou estaba entre mis brazos y como jamás me había pasado antes, notaba unas incómodas molestias en las mejillas, que ya me dolían por haber estado sonriendo todo aquel día. Tenía agujetas de alegría. Nunca había sido tan feliz.